
Hace un par de semanas, la empresa RWE Renewables Chile, filial de la alemana RWE, ingresó a evaluación ambiental el Parque eólico Las Fresias, que se emplazará en Yungay y que representará una inversión de US$ 500 millones. Se trata del noveno proyecto de generación eólica localizado en Ñuble que se presenta en el Servicio de Evaluación Ambiental desde 2021 a la fecha, dando cuenta de un creciente interés de las empresas del rubro por explotar el potencial de los vientos de la región.
Los nueve parques eólicos que se proyectan en Ñuble, de acuerdo a la información proporcionada por los titulares, totalizan una inversión estimada de US$ 2.636 millones, convirtiéndose en el rubro con mayor participación en las inversiones proyectadas en la región que han pasado por el SEA.
De estas nueve iniciativas, cinco ya cuentan con su aprobación ambiental: Entre Cerros, en Portezuelo; Culenco, en Ninhue y San Carlos; Dañicalqui, en Yungay; Pemuco, en Pemuco; y San Carlos, en San Carlos y Ñiquén, que obtuvo su resolución de calificación ambiental el 16 de abril pasado.
Asimismo, solo el parque eólico Pemuco, de la empresa Engie Energía Chile, ya comenzó su construcción, a fines de febrero del presente año, a cuya ceremonia de colocación de la primera piedra asistió el ministro de Energía, Diego Pardow. Según se informó en aquella ocasión, el complejo debiera comenzar a inyectar energía a partir de diciembre de 2026.
Por otro lado, existen cuatro proyectos aún en etapa de calificación ambiental: Los Coihues, en El Carmen; Andino Suiza, en Ñiquén y San Carlos; El Sauzal, en Quirihue y Cauquenes; y Las Fresias, en Yungay.
Estos nueve proyectos tendrán una potencia de generación conjunta de 1.873,5 MW, lo que equivale a casi diez veces la capacidad instalada de generación actual en la región de Ñuble, que suma 190 MW, que se compone principalmente de las fuentes fotovoltaica, diésel, hidroeléctrica y biomasa.
A estos nueve se suman 16 parques eólicos que se encuentran en etapas iniciales de evaluación y diseño y que aún no se presentan al SEA, los que, en conjunto, superarán los US$ 4 mil 500 millones de inversión estimada.
Entre los parques eólicos que aún no ingresan al SEA se encuentran: Cumbres del Ñuble, en San Nicolás; Pueblo Seco, en San Ignacio; Linz y Don Mauricio, en Pemuco; Andino Melcahue, Belén y Los Cardos, en San Carlos; Ostro, Las Delicias, Demeter, Ambrosía y Chanco, en Quirihue; y Esmeralda, Cobquecura, Quirihue Poniente y Fariña, en Cobquecura.
Proyectos aprobados
El primer proyecto eólico en ingresar el SEA fue el Parque Renovable Entre Cerros, presentado por la empresa penquista Consorcio Eólico, en marzo de 2021 y aprobado en agosto de 2022. Si bien fue concebido como un complejo híbrido solar-eólico, luego de su venta a Engie Energía Chile, en agosto de 2023, fuentes del sector afirman que será únicamente eólico.
Con sus 11 generadores que se levantarán en Portezuelo, su potencia de generación se calcula en 46,2 MW. Inicialmente, la inversión proyectada alcanzaba US$ 100,3 millones, incluyendo el parque fotovoltaico.
Luego se presentó el PE Culenco, de la empresa alemana UKA Chile, que ingresó al SEA en febrero de 2022 y fue aprobado en septiembre de 2024. Este proyecto había sido ingresado anteriormente, en mayo de 2021, por la empresa alemana Plan8, sin embargo, en julio de 2021, el SEA resolvió poner término anticipado a la evaluación.
Con 32 aerogeneradores que se construirán en Ninhue y San Carlos, tendrá una potencia nominal de generación de 256 MW, uno de los cuatro más grandes que se proyectan en la región. Se estima una inversión de US$ 305 millones.
La empresa Consorcio Eólico también presentó al SEA, en septiembre de 2022, el proyecto Parque Eólico Dañicalqui, que fue aprobado en enero de 2024 y que representará una inversión de US$ 120 millones. Contará con 14 aerogeneradores que se emplazarán en Yungay y que sumarán una potencia de 95,2 MW.
En el caso del parque eólico Pemuco, que se emplazará en el sector Chequenes, en la comuna de Pemuco, el proyecto fue presentado al SEA por Engie Energía Chile -filial de la francesa Engie-, en octubre de 2022 y obtuvo su aprobación en marzo de 2024. Su construcción se inició a fines de febrero de 2025 y contará con 22 aerogeneradores que totalizarán una potencia de generación de 165 MW.
En tanto, el PE San Carlos, cuyos 25 aerogeneradores se ubicarán en San Carlos y Ñiquén, fue presentado al SEA por la empresa Wind 5 SpA, filial de la alemana Energy Kitchen GmbH, en diciembre de 2023 y logró su aprobación ambiental en abril de 2025. Se estima una potencia de generación de 187 MW y una inversión total de US$ 241 millones.
Proyectos en evaluación ambiental
Actualmente, existen cuatro proyectos de generación eólica en etapa de calificación ambiental en el SEA.
El PE Los Coihues fue presentado al SEA, en enero de 2024, por la empresa Hy2Wind SpA (alianza entre la chilena Aaktei y la firma uruguaya Hynewgen). Consiste en la construcción de 47 aerogeneradores que se localizarán en El Carmen, que sumarán una potencia de generación de 338,4 MW, lo que lo convierte en el segundo parque eólico proyectado más grande de la región. La inversión estimada alcanza a US$ 470 millones.
En diciembre de 2024, en tanto, la empresa chilena Andes Solar, en virtud de la alianza que suscribió con la compañía europea EDP Renewables (EDPR), ingresó al SEA el proyecto PE Andino Suiza, que se emplazará en Ñiquén y San Carlos. Considera la instalación y habilitación de 16 aerogeneradores, totalizando una potencia instalada de 115,2 MW. La inversión estimada alcanza los US$ 172 millones.
En marzo de 2025, Consorcio Eólico ingresó al SEA el proyecto PE El Sauzal, que con sus 45 aerogeneradores y una potencia de generación de hasta 360 MW, es hasta ahora, el mayor proyecto eólico de Ñuble. Se construirá en Quirihue y Cauquenes y representará una inversión estimada de US$ 500 millones.
Finalmente, el PE Las Fresias, de la alemana RWE Renewables Chile, ingresó el 10 de abril pasado al SEA. Consiste en la construcción de 43 aerogeneradores en el sector Campanario, en la comuna de Yungay, que sumarán una potencia de generación de 310 MW. La inversión estimada alcanzará US$ 500 millones.
Proyectos en carpeta
A estos nueve proyectos se deben sumar 16 parques eólicos que están en etapas más iniciales de evaluación y diseño por parte de las empresas, de acuerdo a información de la Comisión Nacional de Energía.
En el listado se identifican algunas empresas ya conocidas, como Andes Solar, que proyecta el PE Andino Melcahue, en San Carlos.
También figura UKA Chile y su proyecto PE Quirihue Poniente, en Cobquecura; Consorcio Eólico, con el PE Cumbres del Ñuble, en San Nicolás; y RWE Renewables Chile, que, en alianza con Forestal Arauco, proyecta desarrollar el PE Los Cardos, en San Carlos.
Asimismo, la empresa Atlas Development Chile SpA está detrás de los proyectos PE Belén, en San Carlos, y PE Ambrosía, en Quirihue.
Besalco Energía Renovable S.A. proyecta los parques eólicos Las Delicias, en Quirihue; y Pueblo Seco, en San Ignacio.
GM Developments proyecta el PE Cobquecura, en la homónima comuna; Andes Mainstream SpA impulsa el PE Fariña, también en Cobquecura; Enel Green Power del Sur está evaluando el PE Chanco, en Quirihue; Colbún S.A. tiene el proyecto Esmeralda, en Cobquecura; Solarpack Chile Ltda. proyecta el PE Ostro, en Quirihue; y Grenergy Renovables Pacific Ltda. está detrás del PE Demeter, también en Quirihue.
En Pemuco, en tanto, AustriaEnergy Chile Quince SpA proyecta el PE Linz; y Parque Eólico Don Mauricio SpA tiene el homónimo proyecto.
Desafíos
Aquellos proyectos eólicos que pretenden emplazarse en las comunas de Cobquecura y Quirihue, que suman una decena, así como en San Carlos y Ñiquén, que totalizan seis, enfrentan dos importantes dificultades: la conexión a la red de transmisión eléctrica y la resistencia de las comunidades por los eventuales impactos ambientales de estas iniciativas.
Y es que más allá de la discusión por el uso de suelo agrícola, las principales preocupaciones de los vecinos se relacionan con el impacto en la biodiversidad -principalmente avifauna- y en la calidad de vida de las personas que viven en los alrededores (a menos de 1.000 metros de los aerogeneradores), fundamentalmente por los efectos del ruido y la sombra intermitente. En ese contexto, tanto en Cobquecura como en Quirihue y Cauquenes las comunidades se han organizado y han desarrollado numerosas reuniones con el objetivo de sumar fuerza y presentar observaciones y consultas en el marco de la evaluación ambiental de los proyectos.
Grupos ambientalistas y vecinos apuntan a un “tsunami eólico” en la región que solo busca satisfacer las necesidades energéticas de grandes centros de consumo, como Concepción y Santiago, así como proveer de energía eléctrica para la producción de hidrógeno verde. Ello, dado que actualmente la región de Ñuble es excedentaria en la generación de energía, vale decir, produce más de lo que consume.
Por otro lado, la ejecución de estos proyectos está supeditada a la construcción de grandes obras de infraestructura de transmisión eléctrica, como subestaciones en Quirihue, como Las Delicias, y líneas de transmisión interregionales, entre ellas, Itahue-Hualqui (rechazada por el SEA en abril de 2024) y Lo Aguirre – Entre Ríos.
Fuente: Diario la Discusión