El objetivo es reducir el costo de los enlaces internacionales para navegar en sitios extranjeros, instalando tres nuevos cables interoceánicos. Los chilenos pagan el segundo precio más alto por internet banda ancha entre los países de la OCDE (US$34,6), y la meta del Gobierno es reducir en un 50% este valor. Mismas intenciones que tienen el resto de las autoridades de la región, que iniciaron un trabajo coordinado por la Cepal para abordar las principales trabas. Entre estas, el costo de los enlaces internacionales para navegar en sitios extranjeros.
Y luego de meses de trabajo se terminó el diseño de un plan de US$500 millones para la instalación de cables interoceánicos de fibra óptica que fortalezcan la conexión de Sudamérica con los principales centros de generación de contenidos.
Por ejemplo, Chile está conectado sólo con Miami a través de dos enlaces operados por Telefónica y Global Crossing. “Y sólo por el hecho de anunciar que estábamos buscando alternativas, estos dos bajaron los precios”, sentencia el subsecretario de Telecomunicaciones, Jorge Atton, quien explica que debido a la lejanía del país y el bajo número de usuarios, se hacía inviable negociar solos una baja en los precios.
A principios de 2010, el costo promedio de un mega internacional era de US$70, cifra que ha bajado a US$30. En los países de la OCDE, una empresa de telecomunicaciones mediana paga en promedio entre US$7 y US$8 por conectarse a estos enlaces.
Este ítem representa un 40% del costo de internet para el proveedor, que lo refleja en el precio al usuario. Y para el país -dice Atton-, este factor es relevante debido al fuerte uso que hacen los usuarios de las redes sociales.
Detalles del proyecto
Atton cuenta que la idea es construir tres nuevos enlaces de fibra óptica (ver info) que tengan como punto de origen la ciudad de Fortaleza, Brasil.
Uno sería direccionado por el Atlántico hacia EE.UU., otro que finalice en la ciudad de Seixal, Portugal -y que tenga una conexión en Dakar, capital de Senegal-, y el último, que pase por el archipiélago de Fernando de Noronha (Brasil) hasta Luanda, capital de Angola.
El proyecto será financiado por cada uno de los países, por ejemplo, a través de sus empresas de telecomunicaciones estatales. En el caso de Chile, se está armando un grupo de empresas locales para que participen en este consorcio, donde también aportaría recursos la UE. A estos tres cables se podría sumar uno desde Japón, país que se integró a la mesa de trabajo y los proyectos que están desarrollando América Móvil e Internexa, filial de la firma colombiana ISA.
Todo lo anterior -explica el subsecretario- tiene que ir acompañado de una interconexión de fibra óptica regional para transmitir los contenidos que viajen desde estos nuevos enlaces. En este sentido, en los próximos meses se conectará Chile con Lima, y se está analizando conectarse con Sao Paulo.
Uno de los ejes del trabajo también es incentivar la instalación de centros y redes de distribución de contenidos, lo que reduciría el costo de navegar.
Atton dice que está avanzado un acuerdo con Google para que instale un servidor en Brasil.
Fuente: emol.com